La decisión no depende sólo de la gratuidad o el costo del alojamiento, sino de los recursos asociados y el tipo de sitio web al que se necesita poner en línea

 

Tener presencia en la Web demanda dos elementos fundamentales. Primero, hacerse de un nombre de dominio, que no es más que una combinación de caracteres alfanuméricos para traducir las direcciones IP que están detrás de los sitios, de modo que los internautas puedan memorizar las respectivas rutas de acceso con mayor facilidad. Es decir, el Sistema de Nombres de Dominio (DNS) permite que el público se aprenda una o varias palabras que identifiquen a un sitio, ejemplo blog.venezuelahosting.com, en lugar de una complicada sucesión numérica.

El segundo elemento -tan importante como el primero- es el web hosting, alojamiento o simplemente hosting, que consiste en capacidades de almacenamiento de texto,  imágenes, sonidos, videos, aplicaciones y otros que puedan componer una página, como parte de servidores permanentemente conectados para que dichos contenidos resulten accesibles a través de Internet.

 

Existen servicios de hosting gratuitos, cuyas capacidades de almacenamiento, velocidad de transferencia datos y de topes de tráfico, por lo general son limitadas aparte de que quien lo provee pone como condición el acompañamiento de anuncios publicitarios a su criterio.

 

En Internet es posible hallar distintos servicios de alojamiento de imágenes, tanto gratuitos como de pago, que además de servir de repositorio o catálogo, gracias al hotlinking que no es más que vincular lo allí contenido, para ser mostrado en sitios web sin usar los recursos de ancho de banda y espacio del hosting contratado.

 

 

Compartido o dedicado

 

En cuanto a convivencia, el hosting se divide también en compartido y dedicado. El primero significa que varios clientes hacen uso de un mismo servidor, con la compartición de costos como principal beneficio asociado, que es algo vital para páginas sin requisitos especiales ni grandes volúmenes de tráfico. Pero a la vez el hosting compartido conlleva uso compartido de recursos con otros sitios allí alojados, lo cual se traduce en restricciones de espacio, velocidad y concurrencia.

 

Una buena gestión del proveedor es vital para evitar este tipo de complicaciones.

 

En cambio el hosting dedicado no padece de esos males por constar de un servidor exclusivo para un solo usuario, pero puede resultar un poco más costoso que el compartido.

Además del servidor y el espacio en disco, los sitios web de acuerdo a sus características pueden requerir de otros recursos como bases de datos, en los casos donde los contenidos cambian con frecuencia y se deba almacenar los anteriores. La disponibilidad de buzones de correo electrónico con dominio propio, es otra variable a considerar.

 

 

Administrado o no

 

El hosting administrado incluye soporte técnico en el plan contratado, por lo cual el cliente puede solicitar ayuda ante incidencias y los especialistas del proveedor intervienen para subsanar las anomalías que puedan estar afectando la página, a partir de las aplicaciones que se estén ejecutando.

 

En cambio el alojamiento no administrado, se limita a brindar conectividad, espacio en disco, ancho de banda y otras herramientas de administración como el panel de control, pero sin intervenir en las tareas informáticas que han de ser resueltas por el webmaster del sitio.

 

Ante la propensión de que las incidencias de los sitios se produzcan por ataques externos, resulta vital contar con elementos de seguridad que limiten las posibilidades de ser víctimas de vulneraciones.

 

 

Escogencia

 

Más allá de los lenguajes de programación soportados, del espacio en disco, del ancho de banda, de la concurrencia, de la seguridad y de la disponibilidad de correo, entre otros aspectos, hay que cerciorarse del nivel de disponibilidad que garantice el proveedor de hosting.

 

De ello depende que las visitas se concreten y transcurran con normalidad, lo cual es la razón de ser del entorno web.

 

La propuesta de VenezuelaHosting se divide en tres planes adaptados a pequeños, medianos y completos sitios web, con diversidad de recursos y características que cubren cada flanco que comporta el hosting.

 

Todos incluyen soporte 24/7 vía chat y sistema de tickets, respaldo automático semanal y disponibilidad de 99,9%, entre otros.

 

Se cuenta con 30 días de satisfacción garantizada y se reembolsa íntegramente la inversión hecha por el cliente, si éste siente que no se cumplen los parámetros mínimos de estabilidad, calidad y buen servicio.

 

Los pagos son en bolívares, un factor de suma importancia a sabiendas de las dificultades actuales para pagar con tarjetas de crédito desde Venezuela, servicios similares en el extranjero.

 

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